viernes, 26 de julio de 2013

Caída libre

Teníamos que cruzar el edificio con algunas escaleras que se observaban desde abajo, todo eso para llegar a la playa, mis sobrinos fueron los primeros en subir las escaleras, el edificio se veía alto, unas tres o cuatro plantas, estaba rodeado de arboles, y el clima era cálido; comencé a subir los escaleras mientras observaba que los niños se adelantaron con pasos largos y rápidos.

Una vez llegando a la parte mas alta de las escaleras pude ver como los niños iban corriendo y jugando, pude gritarles algunas palabras pero no obedecieron, llegue a verlos en la parte mas alta de aquellas escalinatas de metal, se veían divertidos en esa plataforma grande, plana pero sin barandal, eso me alarmo mucho, ya que los niños suelen corren sin importar que les pase, di el ultimo paso para llegar a la plataforma pero en eso el sobrino mas pequeño que corría delante del otro cayo desde esa altura, no imagino que cantidad de pisos arriba estábamos, tome al otro niño y baje rápidamente, pude ver algunos golpes en su cara pero nada grave, no emitía ningún lamento pero había lagrimas en sus ojos, grite que alguien llamara para que mandaran una ambulancia, la vecina me respondió desde lo alto que ella llamaría, no pude mas que abrazar al niño que de repente se desvaneció en mis brazos, "quédate conmigo, vamos", decía en mis pensamientos, mientras trataba de seguir sus latidos del corazón y lo apretaba fuertemente.

No tuve mas remedio que tomar el niño entre mis brazos y llevarlo al taxi mas cercano, mi otro sobrino seguía mis pasos a mis espaldas, tomamos el taxi y llegamos a un lugar fuera de la ciudad, la casa estaba cubierta de arboles realmente frondosos, la mamá del niño salio al verme llegar, llevaba el niño en brazos y pude entregársela, ella confundida lo tomo y no dijo palabra alguna, se lo llevo al interior de la casa, solo había desmayado.

jueves, 25 de julio de 2013

Tanques de aire

Caminaba perdido entre la gente en una estación de trenes subterránea, era la entrada y varios amigos habían ido a embarcarme, no era yo, era otra persona, no pude identificarme, inmediatamente me despedí de mis amigos y ya estaba en la plataforma que separaba a la estación del piso de la calle, era un poco elevado, la ciudad era totalmente desconocida para mi, no había grandes edificios, solo pequeñas casa alrededor de donde me encontraba.

La multitud comenzó a ingresar a la estación por una puerta que después te llevaba hacia el interior de la estación, hacia abajo, la habitación tenia una luz neón roja, casi no se veía donde caminar, pero las personas avanzaban como si conocieran el lugar perfectamente, algunos rayos del día se podían filtrar en lo mas alto de la estación. Llegue a la fila, era enorme y un poco lenta, hasta que llego mi turno, me dieron un tanque para respirar este te lo llenaban antes de ingresar, el tanque era rojo, y te lo colocabas en la espalda, después el resto en la nariz para poder respirar, el tipo que me coloco el tanque era alto con una vestimenta negra, eran varios, para administrar varias filas.

Entré a los vagones del tren subterráneo, era mas oscuro que la estación, pero en el centro de cada vagón en la parte de arriba había un filtro de luz y de aire, me acerca a la pared y ahí me quede quieto, mientras el tren avanzaba, después en la luz comenzaron a cruzar unos niños que jugaban en el piso, la gente murmuraba, y yo solo sentía como el tren se iba alejando.

jueves, 18 de julio de 2013

Nena sonriente

Caminaba lentamente entre la ropa de los puestos del mercado, tenia un destino pero no recordaba a donde, pero si conocía el camino corto, así que me apresure para llegar a tiempo, comencé a correr sobre las calles empedradas de aquella ciudad, iba tan rápido que la respiración se acelero y no tuve mas remedio que detenerme y tomar un gran respiro.

Las calles a las que había llegado no las podía reconocer, me sentía perdido, poco a poco disminuía el numero de casas, y aparecían mas arboles, todo verde, estaba en un rumbo desconocido, confundido subí a un árbol para continuar el camino, ya que no se veía donde caminar hasta ese punto se terminaba, pude observar sus ramas gruesas y varios atajos para cruzarle, pero era complicado, escale varios metros arriba y desde ahí pude ver como cruzar sus ramas extensas y largas, baje algunas ramas, y pude atravesar, camine sobre la vereda rodeada con un pasto verdoso.

Ya no podía ver mas casas como en la ciudad, aquí eran muy pocas y rusticas, al frente tenia una gran habitación con techo de palma y la pared pintada de blanco, en medio de los arboles y en lo alto de la cumbre, se veía un cielo azul veredas que se cruzaban una con otra. Llegué a la puerta principal de esa habitación, gente cruzaba el patio amplio, niños felices corrían uno tras otro, me acerque a una señora que cargaba en brazos a una nena, ella no paraba de parlar, decía palabras en su lengua, eso me llamo mucho la atención, no pude descifrar lo que intentaba decir, solo que su sonrisa era contagiosa para sonreirle.