Era tarde, caminaba entre unas aguas tranquilas bajo la sombra de unos arboles frondosos, mis pies descalzos se movían torpes por las piedras en el fondo de aquel verdoso arroyo, algunos rayos de sol se filtraban entre las ramas de los arboles, el ambiente caluroso.
Llegué a la orilla y pude ver como mi amigo me llamaba para caminar hacia un lugar que apuntaba con el dedo, rodeamos una piedras gigantes, pesadas y firmes hasta llegar a un borde donde el agua comenzaba a fluir lentamente, se podía observar a lo lejos un gran lago azul que terminaba lejos de ahí, subimos a la zona rocosa y se observaba todos los limites del lago, rodeada de grandes rocas que impedían la salida del agua.
El cielo estaba pintado de azul, con unas nubes blancas y pequeñas, entonces pude ver a mas personas que iban llegando, desde nuestra posición, a nuestros pies se veían piedras y mas zona rocosa que se mezclaba con el agua, gente que llegaba al lago caminaba lentamente por sus orillas; otras personas se nos unieron, se quedaron admirando el paisaje que se veía desde nuestra posición; a mi izquierda, se observaba un pequeño orificio cubierto por agua que se conectaba al lago por una estrecha linea azul, en su orilla niños se tiraban al agua divertidos.
Baje lentamente a mi izquierda las rocas eran movibles que casi perdía el equilibrio, al fin llegue a aquella zona donde se podía observar el agua transparente combinarse con el color azufre de las rocas, unas mujeres estaban cerca observando a los niños que jugaban en el agua, entonces camine en la zona donde podías pararte y realizar algún clavado, había también unas cruces enterradas en las rocas, en la orilla del agua, impulse mi cuerpo y caí en aquellas tibias aguas, no pude tocar el fondo con los pies, pero era agradable la vista, mire a mi amigo que estaba en la cima del mirador, mientras lo invitaba a entrar a aquellas aguas azules.
