Estaba frente a grupo en aquel viejo salón de clases que compartí con mis amigos de la secundaria, los muebles viejos y gran pizarron verde en el que la clase impartía. Los niños sentados en su butacas parecían muy interesados en la clase, les hablaba desde mi escritorio, recargado entre tantos libros que estaban puestos en mi humilde estancia.
Después llegaron los consejeros, teníamos reunión, se acomodaron en las filas del centro del salón de clases, algunos niños me pidieron permiso de pasar al baño, la puerta se encontraba atras de mi asiento, era extraño, pero pude ver el interior de este cuando los niños abrieron la puerta para pasar.
La discusión comenzó, después ya no eran consejeros, eran padres de familia, todos comentaban, había risas por doquier, yo seguía observándolos desde mi escritorio, mire hacia el exterior, había un sol muy cálido allá afuera.
